Cuando pienso en la Edad Media y en aquel mundo con reyes, señores feudales y una iglesia tan firmes e inamovibles como sus castillos y catedrales, construidos sobre una estructura económica basada en el esfuerzo del trabajo de los campesinos y los saqueos de otras gentes y otras tierras; y me imagino a los párrocos que se supone representaban la creencia general, rezando y pregonando el evangelio, con creencias y esperanzas tan grandes, y sus correspondientes dudas; y me imagino también a los señores con sus ejércitos defendiéndose o atacando repetidamente a sus vecinos en guerras locales, y a sus vasallos sin alternativa a ese orden social tan estático en un tiempo que no parecía pasar ni para ellos ni para sus hijos, siempre igual a sí mismo...
Pienso en todo eso y entonces me doy cuenta de que en realidad la vida no fue nunca así.
Pienso en todo eso y entonces me doy cuenta de que en realidad la vida no fue nunca así.
ResponderEliminarUna gran reflexión...