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viernes, 31 de mayo de 2019

Vals de Larry Stock y Vincent Rose con letra de Louis Poterat, cantado por Jean Sablon.

“The Umbrella Man” es una canción de los años 20, con letra de James Cavanaugh y música de Larry Stock y Vincent Rose, que se hizo famosa en los escenarios de Londres en los años 30.

La alegría que parece expresar el personaje de la canción, reparando paraguas y afilando cuchillos en un popular vecindario londinense, viviendo en la calle y aparentemente feliz en su marginalidad y conformismo, resulta un poco extraña. Hay algo inquietante en la versión original en inglés.

Louis Poterat cambió completamente la letra en francés y, por así decir, democratizó la canción describiendo un bonito día de fiesta alrededor de este vals, con los adornos del acordeón y la gente pasándolo bien dando vueltas y más vueltas siguiendo el ritmo y la melodía, mientras el planeta tierra se traslada por los espacios del universo girando y girando sobre sí mismo.


D'un bon vieux manège (En un viejo tiovivo)
Tourne le cortège (giran los caballitos)
Sur l'air plaintif (alrededor de una melodía que se lamenta,)
D'un orgue qui traîne (de un órgano que encadena)
La même rengaine (la misma cancioncita)
D'un ton poussif (con un tono pausado.)
La fête aujourd'hui (La fiesta de hoy)
Met du soleil dans le pays (llena de sol a los paisanos,)
Dans chaque logis (en cada hogar)
Le bonheur chante et l'amour sourit. (la felicidad canta y el amor sonríe.)

L'oiseau qui se penche (El pájaro que se balancea)
Tourne autour des branches (gira alrededor de las ramas)
Dans le ciel bleu (en el cielo azul.)
Le coq de l'église (El gallo de la iglesia)
Tourne sous l'emprise (gira bajo el soplo)
Du vent joyeux (del viento alegre.)
Le bal sous la tente (El baile bajo el toldo)
Commence déjà (empieza ya:)
Un couple s'élance (una pareja se lanza)
En se parlant tout bas (hablándose en voz baja,)
Un autre s'avance (otra se adelanta)
À petits pas (con pequeños pasos,)
Et je sens léger sur mon bras (y yo siento ligero sobre mi brazo,)
Ton bras. (tu brazo.)

Venez venez (Venid, venid)
Chantez chantez (cantad, cantad,)
Tournez tournez (girad, girad,)
Valsez valsez (valsead, valsead:)
Rêves de plaisir (sueños de placer)
Au bal du désir (con el baile del deseo.)
Bercez bercez (Balancead, balancead,)
Grisez grisez (embriagaros, embriagaros,)
Bercez bercez (balancead, balancead,)
Clairs et légers (claros y ligeros:)
Soupirs et baisers (suspiros y besos,)
Aux coeurs enivrés. (a los corazones embriagados.)

Cette robe blanche (Esta ropa blanca)
Par un beau dimanche (para un bonito domingo,)
Tournant tournant (girando, girando.)
Le bras qui la frôle (El brazo que la roza,)
Se prend sur l'épaule (se apoya sobre el hombro,)
Ce cœur battant (ese corazón palpitante.)
Dans la même ivresse (En la misma embriaguez)
D'un rêve un peu fou (de un sueño un poco loco,)
Dans cette humble fête (en esta modesta fiesta,)
Au décor simple et doux (con un decorado sencillo y dulce,)
Gardons-en l'image au fond de nous (guardemos la imagen dentro de nosotros,)
Souvenirs trop courts (recuerdos efímeros)
D'un beau jour d'amour (de un bonito día de amor.)

Un beau jour d'amour... (Un bonito día de amor.)

sábado, 25 de mayo de 2019

El paraíso de los sueños: Alfred Nilson Fyscher y Jean Richepin, cantado por Tino Rossi.

La canción empieza con una bonita introducción que combina la voz femenina de los violines con la masculina de violas y violoncelos. Entra entonces una melodía repetitiva, hasta que al final del tercer verso se elevan las notas a alturas celestiales, y se cierra la estrofa en el siguiente verso con una belleza definitiva. La orquestación es rica, y de alguna manera evoca el mar con la brisa y un sueño de fondo.

El texto encadena las metáforas y en esa mezcla al final la muchacha es como un paisaje, y el barco en el mar, la muchacha, formando así una especie de todo poético.

No sé exactamente cuándo escribió Richepin el poema, ni Nilson Fyscher le puso la música. Tino Rossi la grabó en 1937.



Je m'embarquerai, si tu le veux, (Yo me embarcaré, si así lo quieres,)
Comme un gai marin quittant la grève (como un alegre marino que se aleja de la orilla,)
Sur les flots dorés de tes cheveux (sobre las olas doradas de tu cabello…)
Dans le paradis fleuri du rêve. (En el paraíso florido de un sueño.)

Ta jupe flottant au vent du soir (Tu falda flotando al viento del atardecer)
Gonflera ses plis comme des voiles (inflará sus pliegos como si fuesen velas.)
Et quand sur la mer il fera noir (Y cuando sobre el mar se haga la noche negra…)
Tes beaux yeux seront mes deux étoiles. (Tus bonitos ojos serán mis dos estrellas.)

Ton rire éclatant de vermillon (Tu risa radiante y carmesí)
Sera le fanal de la grande hune (será el farol en la cofa del palo mayor.)
J'aurai ton ruban pour pavillon (Tendré tu lazo por bandera…)
Et ta blanche peau pour clair de lune. (Y tu pálida piel por el claro de luna.)

Nous aborderons je ne sais où (Cuando arribemos no sé dónde,)
Là-bas, tout là-bas, sur une grève (Allá, bien allá, a una orilla,)
Du beau Pays bleu, sous un ciel fou, (del bonito país azul, bajo un cielo loco…)
Dans un paradis fleuri du rêve. (En el paraíso florido de un sueño.)

domingo, 19 de mayo de 2019

“D’une prison”: música de Reynaldo Hahn para un poema de Paul Verlaine, cantado por Tino Rossi.

Lo suyo hubiese sido escuchar al propio Reynaldo Hahn cantar esta hermosa canción, pero no he encontrado nada, así que recurriremos a Tino Rossi que la canta maravillosamente en las alturas de su voz de tenor: queda bien como contrapunto a la sordidez de la cárcel que generó en el pensamiento de Paul Verlaine el siguiente poema.

Los versos describen la inmediatez de lo que percibe desde su celda: el cielo, un árbol, un pájaro, una campana y el ruido de la vida que le llega desde la ciudad. Repite las imágenes y las palabras como expresión de su aburrimiento, que de pronto se rompe con la irrupción de un pensamiento que da a la escena una profundidad poética: ¿qué hiciste de tu juventud?

La música de Reynaldo Hahn, con los acordes repetitivos del piano que ayudan a dar expresión a las palabras, acompaña perfectamente el poema de Verlaine. 


Desde una prisión.

Le ciel est par-dessus le toit, (El cielo por encima del tejado,)
Si bleu, si calme! (tan azul, ¡tan calmo!)
Un arbre, par-dessus le toit, (Un árbol, por encima del tejado,)
Berce sa palme. (mece su palma.)

La cloche, dans le ciel qu'on voit, (La campana, en el cielo que vemos,)
doucement tinte. (tañe dulcemente.)
Un oiseau sur l'arbre qu'on voit, (Un pájaro sobre el árbol que vemos,)
chante sa plainte. (canta su lamento.)

Mon dieu, mon dieu la vie est là (Dios mío, Dios mío la vida está ahí,)
Simple et tranquille (Sencilla y tranquila.)
Cette paisible rumeur-là (Ese apacible rumor ahí)
Vient de la ville. (viene de la ciudad.)

Qu'as-tu fait, ô toi que voilà (¿Qué has hecho, oh tú que ahí te ves)
pleurant sans cesse, (llorando sin cesar,)
dis, qu'as-tu fait, toi que voilà, (di, qué has hecho, tú que ahí te ves,)
de ta jeunesse ? (de tu juventud?)

Le ciel est par-dessus le toit, (El cielo por encima del tejado,)
Si bleu, si calme! (tan azul, ¡tan calmo!)

viernes, 17 de mayo de 2019

“Tout simplement”, de Maurice Boukay y Paul Delmet, cantado por Tino Rossi.

Seguiremos con Maurice Boukay para conectar esta vez con Paul Delmet, y escuchar una de sus bonitas canciones de amor. Y para ello, nada más oportuno que la pureza natural de la voz clara, meridional y delicada de Tino Rossi.



Tout simplement comme une rose (Tan simplemente como una rosa)
Que l'on cueille un jour sans raison (que se corta un día sin razón,)
Vous avez pris mon coeur morose (tomaste mi corazón apagado)
En passant devant ma maison (al pasar por delante de mi casa.)
Mon coeur est une fleur d'automne (Mi corazón es una flor de otoño,)
Sans savoir pourquoi ni comment (sin saber ni cómo ni por qué,)
Vous l'avez pris, je vous le donne (te lo llevaste, yo te lo doy)
Tout simplement. (así de sencillo.)

Vous avez à votre corsage (Pusiste en tu blusa)
Mis la fleur de mon coeur rêveur (la flor de mi corazón soñador.)
La fleur écoutait le langage (La flor escuchaba el lenguaje)
Et les regrets de votre coeur (y los lamentos de tu corazón.)
Faisant plus douce son haleine (Haciendo más dulce su aliento)
Sans savoir pourquoi ni comment (sin saber ni cómo ni por qué,)
Ma peine endormait votre peine (mi pena adormecía tu pena,)
Tout simplement. (así de sencillo.)

Sous le tendre amour qui l'effleure (Bajo el tierno amor que lo roza)
Troublant votre rêve ingénu (inquietando tu sueño ingenuo,)
La fleur a grandi d'heure en heure (la flor se agrandó de hora en hora)
Au frisson de votre sein nu (estremeciéndose junto a tu pecho desnudo,)
Parmi les désirs et les fièvres (entre los deseos y las fiebres,)
Sans savoir pourquoi ni comment (sin saber ni cómo ni por qué,)
Elle a fleuri jusqu'à vos lèvres (ella floreció hasta tus labios,)
Tout simplement. (así de sencillo.)

sábado, 11 de mayo de 2019

“Tu t'en iras les pieds devant”, Maurice Boukay y Marcel Legay, interpretado por Brassens.

Charles Couyba fue un político francés que llegó a senador y ministro de comercio e industria, y luego para asuntos sociales; y Maurice Boukay fue un poeta y compositor de canciones. Los dos nacieron el mismo día de enero de 1866, y los dos murieron a la vez también el mismo día de noviembre de 1931, a la misma hora en la misma cama: resultó que eran la misma persona. Todos somos uno y varias personas a lo largo del tiempo e incluso en un mismo momento, a veces llevamos un sólo nombre a lo largo de la vida, y a veces más de uno.

No sé cuándo Maurice Boukay escribió exactamente la letra de la canción a la que puso música Marcel Legay. Debió ser hacia 1890 y algo. Hay una bonita edición numerada de 15 ejemplares, con ilustraciones de Steinlen y Willette entre otros, de 1895. También formó parte de una colección de canciones publicada en 1897, bajo el título de “Canciones rojas”.

En cualquier caso, fue veintitantos años después de la guerra franco prusiana y la insurrección parisina que dio lugar a la Comuna de 1871, y la tragedia que le siguió; y diecinueve antes de la Gran Guerra con toda su destrucción. Se suele interpretar la guerra del 14 como el traumático inicio del siglo XX; aunque se trató más bien el final del XIX, cuyos restos terminó de dinamitar la del 40.

Tampoco sé cuándo grabó Brassens en su casa esta versión con su guitarra y seguramente el contrabajo de Pierre Nicolas. Debió ser hacia 1970 y algo. Da igual. Mientras trataba de ubicar la canción en el tiempo y en el espacio, me di cuenta de que en este caso las fechas daban lo mismo: tanto la canción como la interpretación son eternas. Incluso parece que Boukay y Legay escribiesen la canción para que, después de ochenta y pico años, la pudiese cantar Georges Brassens.

Hemos recurrido principalmente a ilustraciones de Steinlen y Willette, entre otros, para elaborar el vídeo.



Tu t'en iras les pieds devant, (Te irás con los pies por delante,)
Ainsi que tous ceux de ta race, (lo mismo que todos los de tu especie,)
Grand homme qu'un souffle terrasse, (gran hombre que su último aliento exhala)
Comme le pauvre fou qui passe, (como el pobre loco que pasa,)
Et, sous la lune, va rêvant (y, bajo la luna, va soñando)
De beauté, de gloire éternelles, (en la belleza, las glorias eternas,)
Du ciel cherché dans les prunelles, (del cielo buscando con sus ojos,)
Au rythme pur des villanelles, (al ritmo de una canción,)
Tu t'en iras les pieds devant! (¡Te irás con los pies por delante!)

Tu t'en iras les pieds devant, (Te irás con los pies por delante,)
Duchesse aux titres authentiques, (duquesa de títulos auténticos,)
Catin qui cherches les pratiques, (prostituta que buscas para tus prácticas,)
Orpheline aux navrants cantiques, (huérfana de penosos cánticos,)
Vous aurez même abri du vent, (tendréis el mismo abrigo del viento,)
Sous la neige, en la terre grise, (bajo la nieve, en la tierra gris,)
Même blason, même chemise, (mismo blasón, misma camisa,)
Console-toi, fille soumise; (consuélate, hija sumisa;)
Tu t'en iras les pieds devant. (Te irás con los pies por delante.)

Tu t'en iras les pieds devant, (Te irás con los pies por delante,)
O toi qui mens quand tu te signes, (Oh, tú, que mientes cuando te santiguas,)
Maîtresse qui liras ces lignes, (amante que leerás estas líneas,)
En buvant le vin de mes vignes (bebiendo el vino de mis viñas)
A la santé d'un autre amant! (¡a la salud de otro amante!)
Brune ou blonde, être dont la grâce (Morena o rubia, ser a quien la gracia)
Sourit comme un masque grimace, (sonríe con el gesto de su máscara,)
Voici la Camarde qui passe: (ved aquí la muerte que pasa:)
Tu t'en iras les pieds devant! (¡Te irás con los pies por delante!)

Tu t'en iras les pieds devant (Te irás con los pies por delante,)
Grave docteur qui me dissèques, (doctor grave que me disecas,)
Prêtre qui chantes mes obsèques, (sacerdote que cantas mis exequias,)
Bourgeois, prince des hypothèques, (burgués, príncipe de hipotecas,)
Riche ou pauvre, ignorant, savant, (rico o pobre, ignorante, sabio,)
Camarade, au grand Phalanstère, (camarada, del gran falansterio,)
Vers la Justice égalitaire (hacia la justicia igualitaria)
Nous aurons tous six pieds de terre: (todos tendremos seis pies de tierra:)
Tu t'en iras les pieds devant! (¡Te irás con los pies por delante!)

sábado, 4 de mayo de 2019

“À la Villette”, de Aristide Bruant interpretada por Yvette Guilbert.

Vamos a recuperar la crónica que envió desde París al diario La Vanguardia Santiago Rusiñol acerca del Montmartre nocturno de finales del XIX, que hemos presentado en el post precedente.

Según parece, Rusiñol escuchó cantar a Yvette Guilbert; menciona en su artículo el ambiente de La Villette y la guillotina de fondo; e incluso se refiere a un matadero que debe ser el de La Villette. Todo parece indicar que escuchó esta misma canción que compuso Bruant, posiblemente interpretada por Yvette Guilbert. O puede que por el mismo Bruant.

La versión de la Guilbert es más elíptica y femenina, también más poética y conmovedora. La grabó hacia 1907.


Il avait pas encor' vingt ans, (Él no tenia todavía 20 años,)
I' connaissait pas ses parents, (no conocía a sus padres,)
On l'app'lait Toto Laripette, (le llamaban Toto Laripette)
À la Villette. (en La Villette.)

Il était un peu sans façon, (Era más bien simple,)
Mais c'était un joli garçon: (pero era un muchacho guapo:)
C'était l'pus beau, c'était l'pus chouette, (era el más guapo, el más simpático)
À la Villette.(en La Villette)

Il était pas c'qu'y a d'mieux mis, (No era de los que van muy elegantes,)
Il avait pas des beaux habits, (tampoco tenía buenas costumbres,)
I' s' rattrappait su' sa casquette, (iba por ahí bajo su gorra)
À la Villette. (en La Villette.)

Il avait deux p'tits yeux d'souris, (Tenía… 2 ojos de ratoncito,)
Il avait deux p'tits favoris, (tenía… 2 pequeñas patillas,)
Sur la tempe une p’tite frisette, (sobre la sien un pequeño rizo,)
À la Villette. (en La Villette.)

Il avait un gros chien d'bouvier (Tenía… un gran perro bouvier,)
Qu'avait eun' gross' gueul' de terrier, (que tenía la boca grande de terrier,)
On peut pas avoir eun' levrette, (no puedes tener un pequeño lebrel)
À la Villette. (en La Villette.)

De son métier i' faisait rien, (De su oficio no hacía nada,)
Dans l'jour i' baladait son chien, (durante el día paseaba su perro,)
La nuit i'comptait ma galette, (de noche contaba mi dinero,)
À la Villette. (en La Villette.)

I' m'aimait autant que j' l'aimais, (Él me quería tanto como yo lo quería.)
Nous nous aurions quitté jamais (No nos hubiésemos separado nunca,)
Si la police était pas faite, (si la policía no hubiese existido,)
À la Villette. (en La Villette.)

La dernièr' fois que je l'ai vu, (La última vez que lo vi,)
Il avait l' torse à moitié nu, (tenia el torso medio desnudo,)
Et le cou pris dans la lunette, (y el cuello sujeto en la ventanilla (de la guillotina),)
À la Villette. (en La Roquette.)

miércoles, 1 de mayo de 2019

“Le chat noir” y el genio de Aristide Bruant.

Para presentar la canción que hemos escogido de Aristide Bruant, recurriremos a una de las crónicas que desde París envió Santiago Rusiñol, con dibujos de Ramón Casas, al diario La Vanguardia, reunidas y publicadas bajo el titulo de “Desde el Molino”. Edición de 15 de febrero de 1891: “Montmartre por las noches”.

“Cantaba Ivette Guilbert. Su fama era naciente, y a la segunda copla aplaudía ya todo el mundo entusiasmado.



Bajo aquel armazón alto y delgado; dentro de aquellas espaldas misteriosas, flacas y caídas, aquel público adivinó un alma penetrante que había de abrirse paso en este París ávido de originalidad y de nuevas sensaciones, y comprendió que el sarcasmo envuelto en velada ironía que brotaba de aquellos labios estrechos y expresivos sería coronado por el éxito, y que pronto la entonces debutante, dejaría el nido de Montmartre, para volar hacia barrios más opulentos.

Así fue, en efecto. La hija adoptiva del barrio de los artistas, fue bajando a medida que fue subiendo, llevando en su garganta los cantos de la poblada montaña y hoy coronada por la gloria, mimada por el mundo elegante, va sembrando por donde pasa algo de ese argot pintoresco y expresivo nacido en la falda de la colina.

Para oír ese lenguaje del pueblo en toda su pureza y característica variedad hay que sentarse en una vetusta mesa de los Mirlitons y oír entonar á Bruant las coplas escritas y compuestas por él mismo.

Todas las noches, los pintores acuden a bandadas para escucharle. Allí se disfruta de la más amplia libertad; allí pueden exponerse las más novísimas teorías de arte sin temor de que nadie se ruborice y la palabra es para todos, y todos pueden usarla y abusar de ella si conviene.

El café de Bruant es pequeño. Tan pequeño, que cuando acude un parroquiano más de los acostumbrados, tiene que esperar plaza vacante, como si se tratara de entrar en la sesuda Academia de la historia. Bruant introduce al recién llegado, lo coloca donde puede, dicta ordenes severas para que le traigan un vaso de cerveza, mientras que los de adentro le reciben cantándole una canción poco aduladora y le dirigen la palabra como amigos conocidos de antigua fecha.

Bruant, por la calle, lleva inmenso gabán de peluche; gran sombrero de castor y holgado tapabocas que le da varias vueltas por el cuello. Tres o cuatro perros de aguas le acompañan (desde que una Maritornes le mató un pato amaestrado que le seguía a todas partes) y su típica silueta es conocida en todo el barrio de Montmartre. 



En su casa, viste garibaldina encarnada, medias botas y pantalón de terciopelo; lleva rubias melenas (y esto en su casa como fuera de ella) que sirven de marco a un rostro inteligente y afeitado y anda cimbreándose, como marino en tierra firme, en medio de los bibélots que se amontonan en aquella característica morada.

Lámparas de hierro forjado; bajo relieves con patina amarillenta; croquis a la pluma; fragmentos de madera esculpida; vasos y ánforas de formas inesperadas; litografías de antaño y otros cien objetos más rodean el retrato de Bruant, y éste paseándose con aire majestuoso, canta sus canciones más celebradas.

Canta los crímenes de la Villette; canta el canal legendario de aguas enlutadas con la guillotina en el fondo elevándose en terrible silueta; canta las miserias de Ménilmontant; con sus tortuosas callejuelas y sus solares desiertos, con la ortiga brotando del abandono; con su población miserable acampando alrededor del cementerio del Père Lachaise, en el que se ven desfilar los entierros como vagas apariciones; canta las hecatombes del matadero con el más ferviente realismo; canta las angustias de Saint Lazare, con todos los horrores de aquel hospital inmenso y con su voz cavernosa adquiere la solemnidad de un profeta que narra a su alegre auditorio las angustias todas, todas las desdichas que palpitan ignoradas como en dilatado desierto, en este París que pone en música lo mismo sus glorias que sus más negras desventuras.

Y lo mismo que en casa Bruant son innumerables los rincones, cervecerías, sótanos y cafés donde la voz resuena hasta altas horas de la noche: en el Clou, con su público de bohemios entre las escenas de Pierrot pintadas por el delicado y espiritual pincel de Villette; en el Chat Noir, célebre por su decoración fantástica; en la Cigale; en el Européen. Por todas sus grietas y chimeneas, de todas sus puertas y ventanas, Montmartre lanza sus notas como lluvia de arte; lluvia que al remontarse en vapor convida a respirar ese aroma misterioso que vaga por el gran barrio. París, febrero. Santiago Rusiñol.“

La canción es soberbia e inusual, incluso hoy en día resulta original. Musicalmente no buscaba la complejidad, sino algo más simple y directo: una melodía con su estribillo, y un acompañamiento mínimo. Las estrofas están bien estructuradas y la historia combina situaciones como en una novela. Detrás del lenguaje coloquial y el argot que menciona Rusiñol, no hay ningún descuido sino una sensibilidad poética sin sentimentalismos: muestra las cosas con cierto distanciamiento, pero sin dejar de mirarlas con humanidad. En el fondo, no le gustaba Montmartre y el submundo parisino, y en cuanto reunió una cierta fortuna, se compró una especie de castillo en el campo y se fue de París. Aunque volvía de vez en cuando.

Esta canción la debió componer hacia 1884 para promocionar el cabaret el Chat Noir; antes de montarse el suyo propio, Le Mirlinton, en 1885. La grabación es de 1906 o por ahí.


“El gato negro”, ¡cantado por Aristide Bruant!

La lune était sereine (La luna estaba serena)
Quand sur le boulevard, (cuando por el boulevar,)
Je vis poindre Sosthène (vi aparecer a Sosthène)
Qui me dit : Cher Oscar! (Que me dijo: querido Oscar,)
D'ou viens-tu, vieille branche ? (¿de dónde vienes, viejo amigo?)
Moi, je lui répondis: (Yo le contesté:)
C'est aujourd'hui dimanche, (Pues ya ves, hoy es domingo)
Et c'est demain lundi ... (y mañana es lunes.)

Je cherche fortune, (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre! (en Montmartre.)
Je cherche fortune; (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre, le soir. (en Montmartre, al anochecer.)

La lune était moins claire, (La luna estaba menos clara)
Lorsque je rencontrai (Cuando me encontré a)
Mademoiselle Claire (la señorita Claire)
A qui je murmurai: (a la que dije en voz baja:)
Comment vas-tu, la belle? (¿cómo te va, guapa?),
- Très bien, et vous? Merci. (Muy bien, ¿y usted? Gracias.)
- A propos, me dit-elle, (Por cierto, me dijo ella)
Que cherchez-vous, ici ? (¿qué está buscando por aquí?)

Je cherche fortune, (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre! (en Montmartre.)
Je cherche fortune; (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre, le soir. (en Montmartre, al anochecer.)

La lune était plus sombre, (La luna estaba más sombría,)
En haut les chats braillaient, (en lo alto los gatos se lamentaban)
Quand j'aperçus, dans l'ombre, (Cuando percibí, en la sombra,)
Deux grands yeux qui brillaient. (dos grandes ojos que brillaban.)
Une voix de rogomme (Una voz, cascada)
Me cria : Nom d'un chien! (me gritó: ¡cagon diez!)
Je vous y prends, jeune homme, (Queda detenido, joven,)
Que faites-vous ? - Moi... rien... (¿qué está usted haciendo? ¿Yo? Nada…)

Je cherche fortune, (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre! (en Montmartre.)
Je cherche fortune; (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre, le soir. (en Montmartre, al anochecer.)

La lune était obscure, (La luna estaba oscura,)
Quand on me transborda (cuando me llevaron)
Dans une préfecture, (a una comisaría,)
Où l'on me demanda: (donde me preguntaron:)
Etes-vous journaliste, (¿es usted periodista,)
Peintre, sculpteur, rentier, (pintor, escultor, rentista,)
Poète ou pianiste? ... (poeta o pianista?)
Quel est votre métier? (¿Cuál es su oficio?)

Je cherche fortune, (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre! (en Montmartre.)
Je cherche fortune; (Busco fortuna)
Autour du Chat Noir, (cerca del Chat Noir)
Au clair de la lune, (bajo el claro de luna)
A Montmartre, le soir. (en Montmartre, al anochecer.)